lunes, 9 de diciembre de 2013

5:09

El sueño llegaba a su fin, sin saberlo yo, en ese misterioso espacio donde no es posible determinar la verosimilitud de las sensaciones, pero donde quizá los sentimientos no pueden ser más sinceros, porque resulta imposible engañar al "yo" de los sueños, sobre todo en ese instante, cuando se acerca el despertar, y dudo: ¿será mentira?, ¿será verdad?, ¿qué hago en este lugar?, ¿voy a despertar?, y tanto dudo que me canso, y es así como me despierto, cansado.

Cinco y nueve minutos (5:09), entre números infinitos, no me van a decir gran cosa, pero no puedo evitar pensar: cinco (5) es el número central entre uno (1) y nueve (9), y nueve (9) es el mayor entre uno (1) y nueve (9). Entonces, entre el sueño y la conciencia de tener que levantarme empiezo a divagar, y comienzo a  imaginar a aquel cinco (5) en la mitad del nueve (9), con los 1,2,3 y 4 hacia arriba y los 6,7,8 y 9 hacia abajo, justo en el medio, y es todo demasiado claro de repente: el cinco (5) es una flecha perfectamente colocada en la mitad de un arco, tensado con una cuerda numérica del uno (1) al nueve (9), presto a disparar, hacía mí, sin lástima ni piedad, toda su carga numérica en mi humanidad.

No es posible, me digo a mí mismo, ni siquiera tengo despertador, tampoco un reloj cerca... ¿cómo sé entonces la hora?, ¿es esa ahora la hora?, ¿son las 5:09 de la mañana? no lo sé, pero no puedo imaginar sino que esa es la hora, y no es la primera vez que me pasa, pero sí es la primera vez que una hora numérica me apunta directamente, porque no es de agujas ni de sol, es de números, y está ahí. 

Pero pestañeo. Cerré los ojos por un breve momento y al abrirlos ya no estaba el arco con su flecha número cinco (5) apuntándome, y aunque sigo seguro de que son las 5:09 sin sustento material, con pura certeza instintiva, no puedo probarlo. Y lo peor de todo, perdí la oportunidad de empuñar aquel arco numérico y disparar un cinco (5), algo que habría sido insólito, único, fantástico.

Seguí despierto, seguí cansado, pero al poco tiempo comprendí que ya era tarde, las 5:09 tenían que haber pasado ya, y era más que lógico entonces, no se puede disparar un número cinco (5) en forma de flecha a través de un número nueve (9) en forma de arco sino a una sola y única hora, a las 5:09.