Se puede escribir de muchas maneras, se puede pintar bajo la más diversas y experimentales influencias, se puede componer con sonidos infinitos que revolotean en la mente, pero la inspiración a todo esto, es algo que no se puede definir, porque viene y va, y entre todas las artes se confunde, pareciendo a veces la misma, y otras veces con una cara tan distinta, pudiendo ser alegre o ser cruel, y de nada servirá esa pregunta de ¿por qué?... ¿por qué tan alegre? o ¿por qué tan cruel?, es cuestión sólo de tomarla y aprovecharla, antes de que se vaya, caprichosa como es.
En mi caso, no suelo escribir sin inspiración, pero hoy, día de pocas ideas, entre estas líneas tan opacas y simples, no se trata de que no la encuentre, porque está a ahí, lo sé con certeza, porque también me ve, sólo que hoy elijo contemplarla, desde lejos para que no huya.
Contemplo y me asombro, y anhelo que escribir, pintar o componer pase a ser algo superfluo, porque si en verdad es una digna inspiración, sólo queda vivirla.
En mi caso, no suelo escribir sin inspiración, pero hoy, día de pocas ideas, entre estas líneas tan opacas y simples, no se trata de que no la encuentre, porque está a ahí, lo sé con certeza, porque también me ve, sólo que hoy elijo contemplarla, desde lejos para que no huya.
Contemplo y me asombro, y anhelo que escribir, pintar o componer pase a ser algo superfluo, porque si en verdad es una digna inspiración, sólo queda vivirla.
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